El proyecto está diseñado para enriquecer la enseñanza y crear un aula más divertida para el alumno y los profesores, a través del juego. Trasladando las actividades a la zona exterior, los profesores tratan muchas de las exigencias de la enseñanza actual; diseñan actividades que se prestan a las inteligencias múltiples de los alumnos, motivan a los niños, o fomentan el instinto investigador del propio alumno, todo ello facilitado por un entorno exterior, más atractivo y lúdico que el propio aula.
El propósito del ‘Flipped Playground’ es convertir el espacio – normalmente destinado al juego y tiempo libre-, en un recurso más dinámico que provee oportunidades más creativas para poder cumplir con los objetivos del currículo.
Algunos de los ejemplos de los juegos incluidos en el patio de recreo son;
- ‘Twister’ – un cuadrado de formas geométricos – que se presta a múltiples usos como el reconocimiento de las formas, los colores o la creación de tareas más abstractas como la simetría o la búsqueda de series matemáticas o científicas.
- ‘La rayuela’ – otro juego tradicional que se puede usar para actividades de ciencias; el ciclo de vida del mundo vegetal o animal, el estudio de los estados de las materias etc.
- Un pentagrama musical, formas matemáticas, medidas, ángulos, mapas etc
- Planos de planta de hogares.
- Metros y otras unidades de medición.
- …
En adición a todos los juegos, se incluyen las ventajas de poder estar trabajando al aire libre, en una actividad más relajada, – ambientes necesarios para un aprendizaje real y profundo. Los alumnos pueden moverse con mayor libertad, conversar con los demás, dibujar o realizar investigaciones – condiciones que ayudan a reducir conflictos o frustraciones y a la vez permiten un aprendizaje más saludable y divertido.